Debido al trabajo y la rapidez que desarrolla esta máquina se desprenden partículas muy finas de los tejidos, formando una especie de pelusa que se va acumulando en el interior de los mecanismos de la máquina.
La limpieza de la máquina owerlock todavía debe ser más frecuente que la de las máquinas de doble pespunte recto. Para ello se puede utilizar una brocha que se pasará por todos los órganos, accediendo a ellos por las ventanillas de enhebrado.
También se puede utilizar una pistola de aire comprimido, que acelera esta tarea, pero que tiene el inconveniente de expulsar la pelusa de forma descontrolada, lo que no hace recomendable esta práctica en presencia de tejidos o prendas que deban ser confeccionadas, ya que la pelusa expulsada puede estar manchada de aceite.
El engrase de la máquina owerlock se limita al engrase manual de contados órganos, ya que su sistema de engrase por bomba hace innecesario el engrase regular, esto último solo vale para las industriales y es recomendable ver que la bomba funcione correctamente. En las domesticas es aconsejable engrasar todas las partes móviles y que no se quede seca.
El operario, prácticamente, solo cuidará de rellenar el interior del cabezal con aceite de máquina cuando el visor del nivel esté por bajo o cuando no aparezca en el testigo, el chorro de aceite que indica el perfecto funcionamiento de la bomba de la máquina.
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